En todo su territorio, Austria cuenta con alrededor de 1000 imponentes castillos y palacios centenarios. Se elevan entre paisajes pintorescos, rodeados de prados, campos y frondosos bosques. Nada más entrar en los edificios imperiales y en sus jardines los visitantes pueden descubrir anécdotas del pomposo día a día de los Habsburgo, condes, príncipes y otros nobles.
Además, los edificios históricos a menudo se decoran con un aspecto moderno y se utilizan como escenarios para conciertos, eventos y festivales de verano.

Cual es la diferencia entre un castillo y un palacio? 
La diferencia radica principalmente en sus funciones: un castillo solía utilizarse a modo de defensa. Con sus gruesos muros, protegía contra las tropas enemigas y se encontraba principalmente sobre una colina para disponer de unas amplias vistas. Los castillos se construyeron en general antes que los palacios, es decir, en la Edad Media.

Por el contrario, un palacio era la residencia de los nobles. Tenía una función representativa y reflejaba la riqueza y el poder de su dueño. En este sentido, un palacio estaba lujosamente amueblado, tenía grandes ventanales, salones y aposentos ostentosos y amplios jardines con un bonito diseño.

Como buena ciudad imperial, Viena tiene varios palacios. Muchos de ellos se encuentran tan incluidos en la ciudad que puede que pasen desapercibidos. Sin embargo, la mayoría son claramente distinguibles.

Estos son los palacios más interesantes y destacados que recomendamos visitar durante tu estancia en la capital austríaca. Algunos de ellos están entre los más destacados de Austria.

Palacio Imperial de Hofburg 
Es el más grande y antiguo de los palacios vieneses y hoy en día es uno de los conjuntos palaciegos más grandes del mundo. Fue la residencia y el centro imperial de la ciudad de Viena: un conjunto palaciego que fue creciendo con el tiempo y ha sufrido numerosas ampliaciones, entre las que destaca la llevada a cabo por el Emperador Francisco José I quien ordenó derribar las murallas de la ciudad para abordar la reforma urbanística más importante de la historia de Viena. 
Hoy podemos ver un conjunto formado por 18 construcciones rodeado por varios patios, plazas y jardines. Entre todos sus edificios, tiene alrededor de 2600 estancias. Entre las que se destacan la Biblioteca Nacional de Austria y su bonita Sala Imperial, el Museo Sisi, la Escuela Española de Equitación o el Museo de Etnología de Viena. Este es uno de los palacios de Viena que merece la pena visitar.

Palacio de Schönbrunn 
Es la antigua residencia de verano de la emperatriz Sisí y los Habsburgo. 
Lo primero que podemos ver apenas ingresamos al complejo es el edificio principal es de estilo barroco y cuenta con más de 1.400 salas
Los alrededores no se quedan atrás, es posible pasear por los bonitos y cuidados jardines y encontrar lugares como unas ruinas romanas, el monumento a la Glorieta, el Museo de Carruajes imperiales, la Casa de las Palmeras, la Casa del desierto y el zoo más antiguo del mundo. Cuesta decidir qué es más opulento, si el propio Palacio o los jardines y parques. 
Schönbrunn es considerado el mejor palacio de Viena, aunque eso depende de la opinión de cada visitante. Algo que sí que es seguro es que este es uno de los palacios que no te puedes dejar de conocer.

Palacio Belvedere
Es el antiguo palacio residencial de verano del Príncipe Eugenio de Saboya. Esta obra maestra del barroco es un conjunto dividido en tres edificios: Belvedere Alto, Belvedere Bajo y Schwarzenberg y los extensos jardines que los separan.
Actualmente, los dos primeros albergan museos, uno de ellos tiene la mayor colección del mundo de pinturas del artista Gustav Klimt, y el último es un hotel. Aunque sea solo para verlos por fuera y para pasear por los jardines, Belvedere es uno de los lugares que ver en Viena más interesantes.

Otros Palacios de Viena

Palais Schwarzenberg
Un edificio barroco en la plaza Schwarzenbergplatz, es propiedad de los príncipes de la Casa de Schwarzenberg. 
Una de las salas más destacadas es la Marmorgalerie (galería de mármol), una estancia lujosamente decorada. Hoy en día, se usa parte del edificio como hotel de cinco estrellas, así como sede para festivales y eventos artísticos y culturales.

Palais Augarten
De estilo barroco, se encuentra en el barrio de Leopoldstadt y es otro de los palacios interesantes en Viena, se construyó en lo que es actualmente el parque Augarten, que en aquella época era un coto de caza propiedad de la casa de Habsburgo.

Palais Liechtenstein
Otro palacio de estilo barroco que se encuentra en Rossau, en la propia ciudad de Viena.
En el interior de palacio, se encuentran las colecciones del Museo Liechtenstein, que agrupan obras de cinco siglos de arte. Además, el interior del edificio en sí es una obra de arte, con sus frescos y decoraciones.

A la largo de Ringstraße, la avenida más importante de la ciudad, se encuentran algunos de los edificios más famosos. Muchos palacios más pequeños fueron construidos, habitados y parcialmente alquilados por nobles y la burguesía adinerada a finales del siglo XIX. Hoy en día albergan cafeterías, el Parlamento y hoteles tan conocidos como el Hotel Imperial, el Hotel Ritz-Carlton o el Anantara Palais Hansen.
La preciosa capital austriaca atrae a sus visitantes por su historia, por su aroma a café, por su música romántica y por ese coqueto aire Imperial que aún luce con orgullo. Nada mejor que visitar sus palacios más importantes para terminar de comprender el porqué de su imponente elegancia.

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